Cómo cortar las uñas a tu bebé
Cortar las uñitas de tu bebé puede ser una tarea que te asuste, pero que tendrás que hacer cuanto antes. Al igual que el resto de su cuerpo, las uñas de tu bebé llevan creciendo desde antes de nacer, así que es posible que esté listo para una "manicura" en su primera semana de vida.
Manejar unas tijeras cerca de los deditos de tu bebé puede resultar desalentador, pero es una tarea importante. Las uñas de los recién nacidos pueden ser más blandas y flexibles que las tuyas, pero también pueden estar lo bastante afiladas como para que tu bebé se arañe, sobre todo alrededor de la cara. Así que prepárate y empieza a cortarlas.
Utiliza tijeras especiales para bebés con puntas redondeadas o cortaúñas para bebés diseñados para este fin; algunos incluso llevan lupas incorporadas para ayudarte a ver bien. Aquí tienes más consejos:
Al cortar, sujeta el dedo de tu bebé, presionando la yema hacia abajo y alejándola de la uña. Recorta suavemente siguiendo la curva natural de la uña, teniendo cuidado de no llegar demasiado abajo y cortar la uña.
Cuando atienda a sus pequeños dedos, córtele las uñas rectas. Ten en cuenta que las uñas de los pies crecen más despacio y, por tanto, requieren menos mantenimiento.
Es más fácil cortarle las uñas a tu bebé cuando duerme. Lleva un cortaúñas en la bolsa de los pañales para aprovechar cualquier oportunidad: en el cochecito, en el coche, durante la siesta o en casa de los abuelos.
Haz el trabajo cuando tengas un ayudante disponible: uno de vosotros puede mantener quietas las manos del bebé y distraerle con una canción mientras el otro sujeta.
Aunque algunos recomiendan morder o pelar las uñas del bebé como alternativa a las tijeras, no es aconsejable debido a los riesgos potenciales: pelarlas podría eliminar un exceso de uñas, y morderlas podría introducir gérmenes en la piel del bebé. Si no te atreves a utilizar tijeras o cortaúñas, puedes limarlas suavemente con una lima de uñas de tamaño infantil.
Si le cortas un dedo al cortarle las uñas, no te preocupes: le pasa a cualquier padre bienintencionado. No le pongas una venda en la zona, ya que podría ahogarse si se desprendiera. En lugar de eso, presiona suavemente con un paño limpio y sin pelusa o una gasa, y la hemorragia se detendrá pronto.